miércoles, 7 de septiembre de 2011

GEN-0-CIDIO

Prólogo: Dulce destrucción de los sueños.

Los primeros rayos de sol me despiertan en esta primavera solitaria, pero pacífica. La suave brisa que entra por mi entreabierta ventana me dan una sensación de bienestar que hacía tiempo no sentía, nunca me puse a pensar en cuanto extrañaría esto, el poder disfrutar de las cosas mas pequeñas de la vida y que me llenen. Me levanto sonriente, sin pensar y me dirijo directamente a la ventana, quiero disfrutar un poco más de este momento, quiero sentir que va a durar para siempre, el verde pasto, los frondosos árboles y el azul cielo cubierto por solo algunas pocas y distantes nubes. Solo me falta ella y su sonrisa entrando por mi puerta. Solo por si la causalidad juega a mi favor miro, pero no hallo respuestas, sigue sin abrirse. No todo puede salir perfecto, pero no pierdo esperanzas, el día recién empieza.
Me dispongo a salir cuando unas sirenas comienzan a sonar estruendosamente volviéndose el ruido algo tortuoso, todo se va oscureciendo y mezclando entre rojas luces. Y despierto, cubierto por un frío sudor, recuerdo mi realidad en la que no existe ese clima hermoso de mi sueño, ni aquel increíble paisaje. Sólo fue un sueño, una vieja visión de algo que habré visto en algún libro antes de que los quemaran todos. En su lugar sólo veo viejas y derrumbadas construcciones creando un paisaje gris y cubierto de una espesa neblina. Quienes vivimos en los bajos somos aquellos quienes ya no tenemos ninguna oportunidad, esclavizados aquí para fabricar las ilusiones que alimentan el lujo de los "ceros", como les decimos en estos lugares.